domingo, 3 de julio de 2011

"María 1 - Grillos 0" (Thies)

Y esta vez fueron los dichosos grillos los que me dieron la noche. Caos en mi cabeza, caos en la habitación, y caos a la hora de encontrarlos... ¡Un espectáculo digno de presenciar!
Me despertaron a eso de las cuatro de la mañana con su "gri, gri" característico. Para empezar no me había planteado la posibilidad de que en África hubiese grillos y menos aún que los grillos pudieran hacerse con mi habitación. ¡Pues sí! Esta noche comenzaron la invasión, o quién sabe, quizás ayer por la tarde ya estuviesen planeando asaltar mi burbuja personal... Y así ha sido.
Cuando África dormía, cuando no se escuchaba ni un mísero ruido ... ¡bum! "GRi, GRi, GRi, GRi". Preparé mi ofensiva y estaba más que decidida a atacarles; no me daban ninguna pena, habían interrumpido mi sueño y dadas las altas temperaturas es costoso, muy costoso, cogerlo.
Primero estudie la manera más fácil y rápida de enfrentarme con la "bigger" mosquitera que forma ya parte de mi cama. Cuando lo conseguí, encendí mi nueva linterna y comencé la búsqueda. Tras andar varios metros allí le encontré, al grillo correteando entre mis pertenencias. Saqué el único fusil que tenía a mano y fui tras él. La lucha fue rápida, el muy cobarde salió corriendo entre las rendijas de la puerta, ¡bien!, conseguido. Y loca de contenta volví a adentrarme en mi tela de araña personal. Dispuesta a coger el sueño volvió a irrumpir ese horrible sonido en mi habitación: "Mierda, los malditos bichos se han multiplicado y vienen a por mi con todo su arsenal". Efectivamente, y sí: "La invasión de los grillos, segunda parte".
Me desperté con peor humor que la vez anterior y tras pensar seriamente cual sería la forma de ataque más eficaz y menos dolorosa (en ese momento no sentía ningún tipo de piedad por ellos), elegí el cañón: INSECTICIDA YOTOX: INSECT KILLER. Destructivo. Totalmente destructivo.
Sin pensármelo dos veces busqué a oscuras mi objetivo, y conseguí dar con él. Estos animales tienen una capacidad de esconderse y de putearme en mi cara de lo más increíble. Claro, ni "grillaban", ni estaban visibles (tontos ya di por hecho que no son). Eché mi "INSECT KILLER" por la zona que habían marcado su territorio y estuve más de cinco minutos cagándome en él o ellos (ya no estaba del todo segura cuantos soniditos estaba escuchando). Con la esperanza de que hiciese efecto mi último ataque desistí. Apagué la luz, apagué mi pequeña linterna y me aislé entre la mosquitera. ¡BIEN! Habían parado, no se escuchaba nada. Haciendo un gesto de victoria con mi mano derecha me puse cara a la pared buscando la mejor postura para descansar después de la que "supuestamente" había sido mi última intervención.
"GRI, GRI, GRI, GRI": "FUCKING GRILLOS, tercera parte".
Ahora sí, acabaría con él costase lo que costase. Preparé de nuevo mi mejor fusil y me levanté como una bala. Retiré bien mi maleta, estudié los puntos débiles del bicho y los lugares más factibles y le hice salir de su trinchera. Huyó y correteó por toda la habitación hasta que... zapatillazo y el pobrecito pasó a mejor vida. En plena lucha apareció otro, venía a defender a su compañero. Debió pensárselo dos veces antes de tener las suficientes agallas y enfrentarse a mí. OBJETIVO CONSEGUIDO.
Ahora me da pena, me siento una persona cruel... ¡Animalitos! Pero en ese momento me sentí toda una heroína. La batalla había acabado y había sido la vencedora.
¿Contra que animal me tocará luchar esta noche? ¿Escorpiones? Haberlos... haylos.

3 comentarios:

  1. Triunfadora ante las adversidades. María 1, grillos 0. Saludos,
    Pablo

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  2. tal y como lo describes, se puede imaginar perfectamente la imagen, y me hace bastante gracia jajajaja

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