viernes, 15 de julio de 2011

"Fast to furious: Senegal"

Ayer escapé de la policía en un taxi suicida. Sí, es lo que tiene Senegal, que de vez en cuando vives auténticas y emocionantes películas.
Mami, Estela y yo habíamos decidido ir al gran mercado de Thies a comprar pescado y mangos. Para ello tomamos un taxi. Aquí hay taxis por todos lados, me recuerda a las series y películas americanas en las que sin llamarlo aparece uno en el momento preciso. Senegal en ese sentido se lleva la palma, ¡qué narices, ni americanos, ni ingleses!.
Pues bien, salimos por la puerta y ahí estaban nuestro taxi y el suicida de su conductor. Conductor que, montes en el taxi que montes, siempre te hablará en wolof -la lengua que utilizan habitualmente los senegaleses-. Por lo tanto no me entero de nada de lo que hablan durante todo el trayecto, y en días como el de ayer... lo prefiero. Mi sonrisa ya se encarga de manifestar mi estado de ánimo y mi agradecimiento pleno por llevarme al destino correcto.Y aquí comienza nuestra sensacional experiencia:
Subimos, saludamos, hablan en wolof y hablan en wolof de mi: "sí, soy española" y me descojono viva, para variar, mientras ellos parlan alguna que otra palabra española que sepan; la mayoría de las veces tienen que ver con el fútbol, y parece que en este país todos se decantan por "El Barsa": ¡vaya hombre, dieron con una madridista!. Tras recorrer unos pocos metros nos encontramos a un policía, es muy habitual verlos en cualquier sitio. El tráfico es un caos y pocas veces se encarguen de regularlo pero ellos ahí están de cuerpo presente cumpliendo con "su deber".
Éste utilizó su silbato y con un fuerte pitido nos indicó que parásemos. Cuando las tres esperábamos que así fuera, nuestro taxista, mientras miraba por el retrovisor que poco después estuvimos a punto de perder, siguió avanzando. En un principio pensé que iba a parar más adelante pero un sorprendente volantazo nos llevó a una nueva calle (cuestión de milésimas de segundo). ¡Bien, estábamos huyendo del policía!.
Mami, que estaba situada en el asiento delantero, miro hacia atrás y me dijo: "No tiene papeles". Lo primero que pasó por mi cabeza fue mi imagen en la comisaría chapurreando francés y tratando de dar explicaciones para que no me detuviesen (y hasta me hubiese gustado experimentarlo, sin ninguna duda). Pero no, no tuve tiempo de pensar en eso, con rezar por mantenerme con vida ya era suficiente.
El taxista empezó a atravesar callejuelas, unas con salida, otras sin ella y otras demasiado estrechas como para poder pasar por ellas... Aún así no había nada imposible para nuestro conductor.
El ambiente era ideal: la adrenalina sobraba y la emoción cada vez se hacía más patente asique sin dudarlo y como protagonistas de un buen film nos metimos de lleno en nuestro papel. Pasamos por encima de montones de basura, atravesamos descampados, circulamos durante diez minutos marcha atrás... vamos, toda una experiencia digna de presenciar. No pillamos a ninguna persona pero rozarlas, las rozamos; tampoco colisionamos con nada, el taxista era un auténtico experto en la conducción temeraria. Aún así había poco tiempo para pensar en que, y en que no, se cruzaba en nuestro camino. Y no estoy exagerando, es probable que incluso me dejé algún detalle importante por contar... Pero es mejor ahorrármelo para que mi madre pueda dormir tranquila.
Resulta que esto es bastante habitual, la mayoría de los taxistas no tienen el carnet o les faltan los papeles (pero sí se hacen con un taxi) y cuando les pilla la policía deben pagar una cantidad de dinero, cantidad que sea mayor o menor el senegalés no está dispuesto a soltar: ¡la pela... es la pela y cuesta mucho conseguirla!. Y claro que sí, ahí estuve yo, con mi sonrisa habitual sintiéndome toda una actriz de Hollywood. Para que mentir, ni me preocupé ni me sorprendí, simplemente me dediqué a disfrutarlo. El taxista finalmente cumplió con su ibligación: llevarnos a nuestro destino. Y yo tuve la suerte, o sí, de conocer todos y cada uno de los atajos, y no atajos, de la ciudad de Thies. ¿¡Qué más se puede pedir!? :)

2 comentarios:

  1. Jajajaja, muy bueno!!! (eso sí, una vez que lo cuentas tranquilamente desde casa).
    Y en serio rezaste?? Prima, Senegal te está cambiando!! :-)
    Beso.

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  2. María como pez en el agua.Todo lo que sube la adrenalina va contigo, esto desde pequeña y sino que se lo pregunten a tu tío Paco ¿no?.
    Besos

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